DESCASCARILLADO DE MATERIALES CERAMICOS

          

          Es una alteración frecuente en las cerámicas que nada tiene que ver con su antigüedad, la forma de cocción, o cualquier otra manipulación que se haya hecho durante su fabricación, si no con su exposición a determinadas sales.

          Frecuente, especialmente, en cerámicas utilitarias, macetas, etc... y que se manifiesta en forma de descomposición, descascarillado y/o laminación del cuerpo.

Ánfora

          Con la humedad que se infiltra, por capilaridad, dentro de las piezas, también penetran sales que, al cristalizar, ejercen presión desde el interior y rompen la estructura del objeto.

          Evidentemente, no todas las cerámicas se ven igualmente afectadas, pues depende de la porosidad que tengan.

        La pieza de la foto es la parte superior de un ánfora que encontré en los terrenos que antiguamente ocupaban las salinas de Puerto de Mazarrón. Para rellenar las salinas y urbanizar la zona llamada Bahía, se trajo material de las minas próximas entre el que se encontraba abundantes restos de las antiguas explotaciones mineras, en este caso, romanos. El resultado fue, el consecuente desastre ecológico y cultural al destruir las salinas y el espanto urbanístico que, en este caso, no es distinto al ocurrido en otras localidades costeras de esta Región.

          Cuando apareció estaba en un estado perfecto de conservación y fue con el paso del tiempo cuando empezó a deteriorarse. La Explicación es sencilla; estuvo muchos años expuesta a las sales, pero como el lugar en que apareció estaba continuamente húmedo, estas no llegaron a cristalizar y esto es algo que sucede, sobre todo, cuando el objeto se seca.

          Este fenómeno afecta también a otros materiales como la piedra, la madera, etc.... por eso los arqueólogos, cuando extraen de los pecios submarinos objetos susceptibles de sufrir estas alteraciones las someten a inmersión en agua destilada para diluir y eliminar las sales.

          Para evitar esta descomposición, lo ideal sería que las cerámicas no se expongan a lugares húmedos y salinos y si han estado inmersas en uno de estos lugares, sumergirlas en agua destilada y hacer frecuentes cambios con el fin de diluir y eliminar las sales que contenga. Esto último no lo he hecho nunca, por lo que ignoro el procedimiento exacto a seguir.